El pollo a la portuguesa es un plato emblemático de la cocina portuguesa, conocido por su sabor auténtico y su combinación de ingredientes frescos. Esta receta tiene una historia rica y fascinante que se remonta a siglos atrás.
La gastronomía portuguesa tiene una larga tradición influenciada por su ubicación geográfica y su historia marítima. Durante los siglos de exploración, los navegantes portugueses viajaron por todo el mundo, llevando especias, ingredientes y técnicas culinarias de regreso a Portugal. Estas influencias se fusionaron con los sabores y productos locales, creando una cocina única y diversa.
El pollo a la portuguesa es un claro ejemplo de esta fusión culinaria. Combina la tradición mediterránea con influencias africanas, creando una armonía de sabores y texturas. En su versión clásica, el pollo se cocina con hierbas aromáticas como el laurel, y se sazona con paprika (pimentón dulce), que le confiere un sabor distintivo.
Además de las especias, las verduras juegan un papel importante en esta receta. La cebolla, el ajo, el pimiento rojo y la zanahoria se combinan para crear un sofrito sabroso que realza el sabor del pollo. Los tomates cherry, con su dulzura natural, aportan un toque de frescura al plato.
El vino blanco y el caldo de pollo se utilizan como líquidos de cocción, que imparten su aroma y sabor al pollo, creando una salsa deliciosa. El pollo se cocina a fuego lento, permitiendo que los sabores se desarrollen y que la carne se vuelva tierna y jugosa.
El pollo a la portuguesa se sirve tradicionalmente caliente, decorado con perejil fresco picado, que le aporta un toque de color y frescura. Se puede acompañar con arroz blanco, papas al horno o una ensalada fresca, según las preferencias personales.
Esta receta ha pasado de generación en generación en Portugal, y se ha convertido en un plato emblemático de la gastronomía del país. Su sabor auténtico y su rica historia la hacen popular tanto en hogares como en restaurantes portugueses alrededor del mundo. El pollo a la portuguesa es un verdadero tesoro culinario que permite disfrutar de la tradición y la riqueza gastronómica de Portugal en cada bocado.
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto.
Agrega el pollo y dóralo por ambos lados hasta que esté ligeramente dorado. Retíralo de la sartén y reserva.
En la misma sartén, agrega la cebolla, el ajo, el pimiento rojo y la zanahoria. Cocina hasta que las verduras estén tiernas.
Agrega el tomate picado, la hoja de laurel, el pimentón, la sal y la pimienta. Cocina por 2-3 minutos más.
Vuelve a colocar el pollo en la sartén y vierte el vino blanco y deja evaporar el alcohol por 2 minutos. Adiciona un vaso de agua y la pastilla de caldo de pollo.
Reduce el fuego a medio-bajo, tapa la sartén y cocina durante 30-35 minutos, o hasta que el pollo esté bien cocido y tierno.
Retira la hoja de laurel y ajusta la sazón si es necesario
Sirve el pollo a la portuguesa caliente, decorado con perejil fresco picado.
Puedes acompañar este delicioso plato un arroz blanco perfecto.