Las galletitas de queso caseras tienen un lugar especial en la historia de la gastronomía, siendo una de las opciones favoritas en las mesas de todo el mundo. Aunque su origen exacto es difícil de rastrear, se cree que estas galletas saladas surgieron como una forma de aprovechar el queso sobrante y convertirlo en un delicioso aperitivo. En Europa, especialmente en países como Francia y Reino Unido, las galletitas de queso han sido durante siglos un acompañamiento popular para el té de la tarde, además de ser un excelente complemento para las sopas y ensaladas.
El queso, un ingrediente clave en esta receta, tiene una larga historia en la cocina, con sus orígenes remontándose a tiempos antiguos. Las galletitas de queso aprovechan su sabor concentrado, que se intensifica aún más al hornearse. La combinación de la textura crujiente de la galleta con el sabor salado y robusto del queso ha hecho de este aperitivo un favorito en diversas culturas.
A lo largo de los años, las galletitas de queso se han adaptado y variado según las regiones y los gustos personales. En algunas versiones, se les añaden hierbas, especias, o incluso nueces para crear perfiles de sabor únicos. Sin embargo, la esencia de la receta sigue siendo la misma: una masa sencilla, enriquecida con queso, que se hornea hasta alcanzar la perfección dorada.
Hoy en día, estas galletitas se disfrutan en todo el mundo, tanto en reuniones informales como en eventos más sofisticados. Son fáciles de preparar, lo que las convierte en una excelente opción para quienes desean hacer algo casero y delicioso sin complicaciones. Además, son muy versátiles, ya que se pueden personalizar con diferentes tipos de queso y condimentos según los gustos individuales.
Animate a preparar estas galletitas de queso caseras y seguramente sorprenderás a tus invitados.
Retira la manteca de la heladera unos cuantos minutos antes de usarla, de esa forma a temperatura ambiente te sera mas facil trabajar la masa.
Luego de incorporar la yema si notas que la masa no queda homogénea adiciona unas gotas de agua (no mas que eso) para que liguen los ingredientes. Ten en cuenta que esta es una masa que queda con textura, no lisa como la mas del pan o pizza.
Si no tenés queso sardo, puedes usar cualquier otro queso que pueda rallarse como ser romano o parmesano, o cualquier otro queso semiblando que se te haya puesto duro.
Precalentar el horno a 180°C
Mezclar en un bol grande la harina con la sal y el polvo de hornear.
Cortar la manteca en cubos e incorporar a la mezcla anterior. Comenzar a mezclar con las manos o un cortador de masa (cornet) hasta que la masa quede arenosa.
Incorpora el queso sardo rallado y mezcla bien. Separa la clara de la yema del huevo. Coloca la yema en la mezcla y reserva la clara para mas adelante. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
Estira la masa con un palo de amasar sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro.
Apenas enmanteca una fuente para horno y espolvoréela de harina.
Corta las galletitas usando un cortador o un vaso pequeño y colocalas en la fuente para horno enmantecada.
Pinta la galletitas con la clara y espolvoréalas con queso rallado o el condimento que mas te guste.
Hornealas durante 12 a 15 minutos y luego dejalas enfriar antes de comerlas todas!
Los fideos al huevo, también conocidos como fid...
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