El chimichurri casero es mucho más que una salsa. Es el alma de la cocina argentina, un elixir de sabores que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un acompañamiento esencial en parrillas de todo el mundo. Pero, ¿Cómo nació esta deliciosa y versátil salsa?

La historia del chimichurri se remonta a las vastas llanuras de Argentina, donde los gauchos, los valientes jinetes y pastores de la región pampeana, pasaban largas jornadas en la intemperie. Para alimentarse, asaban carne a la parrilla en fogatas improvisadas. Sin embargo, esta carne necesitaba un toque especial.

Los gauchos, conocidos por su ingenio y creatividad culinaria, comenzaron a mezclar hierbas frescas de la región, como el perejil y el ajo, con vinagre y aceite de oliva. Añadieron un toque picante con hojuelas de pimiento rojo y un toque de acidez con jugo de limón. Así nació el chimichurri, una salsa que transformó la carne a la parrilla en una experiencia culinaria inolvidable.

El nombre «chimichurri» tiene orígenes inciertos. Algunos creen que proviene de una combinación de palabras en inglés y español que los británicos pronunciaban al pedir la salsa. Otros sugieren que se deriva de un nombre de hierba criolla llamada «Jimmy McCurry». Independientemente de su origen, el chimichurri se arraigó profundamente en la cultura argentina.

Con el tiempo, el chimichurri se convirtió en una parte fundamental de las comidas en Argentina y en otros países de América del Sur. Se sirve con orgullo junto a carnes a la parrilla, embutidos y empanadas. Cada familia y cada parrillero tiene su propia receta secreta, y las discusiones sobre cuál es la mejor variante son tan comunes como las parrilladas en las que se disfruta.

Hoy en día, el chimichurri ha cruzado océanos y continentes. Se ha convertido en un aderezo apreciado en todo el mundo, acompañando desde filetes jugosos hasta platos de pescado y vegetales a la parrilla. Su frescura, su picante y su aroma a ajo y hierbas hacen que el chimichurri casero sea una adición bienvenida a cualquier comida.

Utensilios necesarios:

• Bol mediano
• Cuchillo afilado
• Tabla de cortar
• Cuchara
• Balanza