5 salsas para hacer con mayonesa

Te damos las recetas de 5 salsas para hacer con mayonesa. La mayonesa es uno de los aderezos más usados en la cocina, y para algunos, es la reina, ya que combina muy bien con muchos alimentos. Con ponerle tan solo algunos ingredientes extra, vas a lograr darle ese toque personal que le falta a tu plato.

1 – Salsa alioli

Esta salsa es típica de la cocina mediterránea. Su nombre all-i-oli proviene del catalán y significa ajo y aceite, los dos ingredientes principales de esta salsa.  Es ideal para acompañar platos de paella, pescados, carnes, aros de cebolla, bastones de mozzarella,  o lo que vos quieras.

Receta de salsa alioli con mayonesa en cerococina
Salsa alioli con mayonesa

 

2 – Salsa Tártara

En un salsa tradicional francesa que tiene como base mayormente mayonesa y mostaza mezclados con ingredientes avinagrados como el pepinillo y alcaparras, brindando como resultado una salsa cremosa con textura de un sabor único con un toque avinagrado. Es una salsa perfecta para sándwiches, hamburguesas, pescados, carnes, huevos, ensaladas o como base de bruschettas o crostinis.

Receta de salsa tartara con mayonesa en cerococina
Salsa tártara

 

3 – Mayonesa verde palta

La mayonesa verde de palta o aguacate,  es una salsa muy sencilla de preparar, que puedes hacerla picante o no, según sea tu agrado. Podés utilizarla como aderezo para sándwiches , como dip para otras preparaciones, como base para unas deliciosas bruschettas o para untar unas deliciosas piezas de pollo.

 

Receta de mayonesa verde con palta en cerococina
Mayonesa verde de palta

 

4 – Salsa Andaluza

Esta mayonesa enriquecida con Ajo y pimientos rojo y verde, dará a tus platos un toque que los hará sobresalir. Es ideal para acompañar pescados a la plancha o la parrilla o sobre una exquisitas hamburguesas caseras.

Receta de mayonesa andaluza en cerococina
Mayonesa Andaluza

 

 

5 – Mayonesa con hierbas

La mayonesa con hierbas es muy fácil de preparar, dado que la haces con pocos ingredientes. Esta mayonesa le dará un toque de distinción a tus platos habituales. Lo recomendable para esta mayonesa es realizarla con hierbas frescas, pero si no tenés, bien valen las que tenés secas en tu despensa. Es ideal para acompañar todo tipo de carnes.

 

Receta de mayonesa con hierbas en cerococina.
Mayonesa con hierbas

El origen de la mayonesa

Te contamos cual es el origen de la mayonesa por si no lo sabias. La salsa de mayonesa, además de ser exquisita y una buena acompañante, ha generado gran revuelo y confusión en cuanto al origen. Algunos se han basado en las raíces etimológicas y otros en hechos históricos.

Según cuenta la historia la mayonesa nació cuando en la Guerra de los Siete Años (1756-1760), los franceses atacaron la fortaleza inglesa de Saint Philip, en el puerto de Mahón, capital de la isla de Menorca. La operación estaba a cargo del famoso Duque de Richelieu y el ataque lo llevó a cabo el Coronel Rochambeau. Para celebrar la victoria, Richelieu ofreció un banquete en honor al Coronel Rochambeau.

En el menú se había incluido una salsa creada por el que entonces era el chef de Richelieu. Su idea inicial era hacer una salsa de crema y huevo pero como no consiguió crema, realizó una salsa con huevo y aceite de oliva, naciendo así la mayonesa.

Su nombre fue puesto en honor a la victoria en el puerto de Mahón. Primero se llamó mahonnaise luego se cambió su nombre por el de mayonnaise, y por último, se transformó en un nombre castellano como mayonesa.

Otra versión dice que la mahonesa era la salsa típica de la isla Mahón y que se la sirvieron a Richelieu en una posada para aderezar una carne algo reseca. Fue tal su entusiasmo que la introdujo en París.

Otros atribuyen el origen a una invención del Duque de Mayenne en 1589. Mientras que algunos la creen originaria de Bayona. La guerra de la mayonesa se terminó cuando en 1956 se conmemoró oficialmente en París, y con presencia del embajador de España, el bicentenario del descubrimiento de la salsa mayonesa.

5 salsas para hacer con mayonesa

Sal y Pimienta, un dúo esencial

¿Quién no tiene en su cocina sal y pimienta?. Un dúo esencial. Son fundamentales y, para muchos, los únicos condimentos necesarios en la mayoría de las recetas. Su uso en conjunto es tan común que resulta casi impensable cocinar sin ellos, formando la pareja perfecta para dar vida a una gran variedad de platos. El simple acto de “salpimentar” se ha convertido en sinónimo de sazonar y equilibrar sabores.

El origen de la sal es tan antiguo como la propia Tierra. Este mineral, que encontramos tanto en las rocas como en los mares, es indispensable para la vida humana y ha sido utilizado desde tiempos inmemoriales para conservar alimentos y realzar sabores. Aproximadamente, la mitad de la sal que usamos en nuestras comidas proviene del mar, mientras que la otra mitad se extrae de minas. Aunque existen muchas variedades, cada una con sus características únicas, la elección de cuál utilizar depende en gran medida de las preferencias personales y del tipo de plato que se esté preparando. Entre los tipos más comunes encontramos la sal marina, la sal común, la sal Kosher, la sal del Himalaya y la sal gruesa.

Por otro lado, la pimienta tiene sus raíces en la India, donde la planta Piper Nigrum ha sido cultivada durante milenios. Esta especia es ampliamente valorada no solo por su capacidad para aportar un toque picante a los platos, sino también por sus beneficios nutricionales. Contiene importantes niveles de vitaminas A, C y K, además de minerales como potasio, fósforo, magnesio y calcio. Aunque la variedad negra es la más común, existen otras, como la verde y la blanca, que ofrecen diferentes matices de sabor. También encontramos especias como la pimienta rosa, de Cayena y de Jamaica, que aunque no son verdaderas pimientas, se denominan así por su sabor similar.

La sal y pimienta han resistido el paso del tiempo, permaneciendo como un pilar en la cocina mundial, indispensable para equilibrar y resaltar los sabores de nuestras comidas.

Cuidados de la levadura en toda preparación

Alguna vez, ¿intentaste hacer una masa de pizza o un pan con levadura fresca? Si la respuesta es sí y te pasó que la masa nunca subió, quedándote la pizza finita como un papel o el pan caído… te damos algunos tips para tus próximas recetas.

¿Qué es la levadura?

La levadura es un hongo ovoide o esférico unicelular microscópico con la particularidad que es un organismo vivo. Como tal, debemos cuidarlo durante todo el proceso de elaboración para que pueda desarrollar su potencial. La levadura se nutre principalmente de moléculas de azúcar, produciendo dióxido de carbono y alcohol.

Tips para tus próximas recetas

En primer lugar, la levadura debe tener una temperatura óptima para desarrollarse. Si  pasa los 50° Celsius la levadura morirá, y con ello, culminará el proceso de fermentación, es decir, la masa no crecerá. En el otro extremo, si la temperatura desciende los 3° Celsius sus propiedades podrían alterarse y el resultado podría ser imprevisible: la masa puede leudar como se esperaba, poco o nada. Lo ideal es conservarla entre 4 y 7° Celsius y consumirla antes de su fecha de vencimiento.

Por otro lado, es importante el lugar dónde dejarás la masa leudando, este debe ser cálido. Si en tu cocina hace mucho frío podés dejarla reposando cerca del horno encendido (¡Ni se te ocurra arriba!),  cuidando que no lo de el calor directo. También tener en cuenta que si utilizás agua, es ideal que esté tibia.

Otra consideración, es que  la levadura tiene una enemiga muy poderosa: la sal. Si las mezclas en forma directa, la sal matará la levadura antes que esta se active.

Por último, cabe aclarar que un concepto muy difundido es que si agregas azúcar a la levadura, contribuís a que esta se desarrolle mejor ¡falso!. Por presión osmótica veremos que si le agregamos demasiada azúcar, la levadura puede perder sus propiedades.

En conclusión, hay tres aspectos importantes a controlar en el proceso de elaboración: que la temperatura no sobrepase los 50° Celsius,  que la levadura no entre en contacto directo con la sal y no utilizar azúcar para impulsar el efecto de la levadura.

Ahora que ya sabés los cuidados que tenés que tener a la hora de utilizarla, no podés dejar de hacer esta exquisita masa de pizza con levadura fresca.

¿Cómo saber si la levadura fresca se encuentra en buenas condiciones?

Cuando vas a realizar una masa que lleva levadura fresca, tenés que tener en cuenta dos factores importantes desde el momento mismo de la compra:

  1. Que no sospeches que el super o despensa que esta cerca de tu casa, no apague las heladeras por la noches, en especial en verano.
  2. Que la levadura no este vencida y que el empaque esté bien sellado.

Si tenés dudas sobre el estado en que se encuentra la  levadura, es preferible que camines un poco más y vayas a otro establecimiento. Una levadura que no se encuentre en condiciones optimas hará que tu preparación fracase antes de comenzar. Quizás alguna vez hiciste una masa, no subió como esperabas y te quedaste pensando qué hiciste mal, la respuesta no estaba en cómo preparaste la receta sino en la levadura que utilizaste.

Una levadura fresca en buenas condiciones tiene que presentar las siguientes características:

  • Tener un color crema o blanca, sin manchas rojizas o marrones oscuras.
  • No debe tener olor fuerte.
  • Su consistencia debe ser firme y plástica, si la presionas debe desmigarse con facilidad.
  • Su sabor debe ser agradable y no ácido. ¡Animate a probarla! Tan solo un pedacito pequeño basta.

Ahora que viste lo que tenés que tener en cuenta cuando compras levadura fresca, te explicamos cómo hacer la mejor masa de pizza.

¿Cómo pelar tomates?

El tomate es un compañero ideal para innumerables preparaciones como entrantes, salsas, ensaladas, entre otras.  Si te gusta el tomate, notarás que el mismo está casi siempre presente de una u otra forma. El tomate es uno de los vegetales de lo cuáles es más rico sin piel. Si tenés que pelar uno, lo primero que haremos es hacerlo tal cual pelamos una fruta, con un cuchillo y poco a poco iremos retirando la piel.

Pero hay un proceso que es sumamente rápido y fácil, que es escaldándolos en agua hirviendo unos minutos, esto hará que se pelen más fácil, que no se pierda pulpa y no pierdas tiempo.

¿Cómo pelar tomates sin perder una eternidad de tiempo?

Solo necesitas dos recipientes con agua. El primero de ellos, lo llevamos a fuego hasta que rompa el hervor. El otro, lo llevas a la heladera o freezer con agua para que se enfríe bien. También podes agregar al agua algunos cubos de hielo si no querés esperar. Es importante que el agua esté bien fría porque el contraste entre esta y el agua caliente, hará que se separe la piel del cuerpo del tomate.

Mientras esperamos que el agua hierva, lavamos bien los tomates y realizamos un corte superficial en cruz en la base del mismo, del otro lado de la parte de verde. El corte no debe ser profundo, pero si lo suficiente para cortar la piel. Si te pasas en la profundidad no te preocupes seguramente no se notará.

Una vez que el agua rompe el hervor, introducís los tomates cortados por unos 30 segundos. No los dejes mas tiempo sino el tomate comenzará a cocinarse y se ablandará demasiado. Los retirás con una pinza e inmediatamente lo pones en el recipiente con el agua fría, hasta que los tomates pierdan temperatura.

Una vez fríos, notaras que la piel se abrió donde hiciste la cruz, ahora es cuestión de tomar la piel y retirarla con suavidad. Si notas que es difícil quitar la piel, colocalo nuevamente en el agua hirviendo y repetís el proceso.

Ya te contamos el secreto, ahora la próxima vez que utilices tomates ya no tenés excusa para no pelarlos. Podés utilizar los tomates en pelados en nuestra receta de salsa de tomates naturales.