Seguramente te habrá pasado de encontrar una oferta espectacular de tomates y no la compraste porque los tocaste y los sentiste blanditos. Para esas ocasiones o cuando te sobren tomates y sientas que no están duritos para una ensalada, te vamos a enseñar como hacer una deliciosa salsa de tomates naturales.
Esta es una salsa básica que está enriquecida con vegetales que potencian el sabor natural del tomate y que podes utilizarla en innumerables preparaciones, como ser pastas, carnes, pescados o lo que se te ocurra. Podes hacerla más picante o con distinto tipos de verduras según sean tus gustos. Lleva muy poco de preparación y algo de tiempo de cocción. Como no requiere mucha atención mientras se cuece, podes dedicarte a otras cosas sin problema.
Con el tiempo y la combinación de ingredientes iras encontrando el sabor de la salsa que mas se ajuste a vos. Es importante que domines como hacerla, dado que una buena salsa potencia el sabor de cualquier plato.
Te aseguro que cuando la hagas dejaras de comprar las salsas que vienen preparadas.
Es una salsa ideal para hacer en cantidad y congelar y tenerla siempre al alcance de la mano por si llegan invitados. Animate a hacer estos exquisitos fideos al huevo sin máquina y coronalos con esta deliciosa salsa.
LLevar la olla a fuego y cuando este caliente incorporar el aceite de oliva, cuando este caliente introducir la cebolla, el pimiento verde, el diente de ajo y la zanahoria.
Rehogar hasta que la cebolla cambio de color a marrón claro. Incorporar el tomate troceado, tapar la olla y dejar cocinar por una hora a fuego bajo. Revuelve de vez en cuando y si notas que la salsa se pega en el fondo de la olla, tira un chorrito de agua caliente.
Pasar la salsa por el pasapurés o por el colador chino. Poner la sal y la pimienta. Volver a llevar a fuego bajo con la olla tapada por otra hora. Revuelve de vez en cuando y si notas que la salsa se pega en el fondo de la olla, tira un chorrito de agua caliente.
Si no tenés aceite de oliva podes utilizar otro aceite pero asegurate que sea neutro (maíz o girasol). Si usas otro tipo de aceite podes cambiar el sabor de la preparación.
Cuando rehogas la cebolla, hacelo hasta que esta cambie de color a marrón claro, si te apuras y no dejas que cambie de color, es probable que la salsa quede con un sabor acido.